Algún día llegarás

Dedicado a mi hija... cuando aún no sabía su sexo, ni su nombre, ni el momento de traerla a esta orilla.



Todos preguntan por ti, sin saber todavía el hueco qué ocupas. Intentan adivinar tu sexo, y el color de tus ojos y tu pelo. Les gustaría traerte a esta orilla, y compartir tus juegos, tu risa, tus muecas de niño bueno. Y yo, ni te adivino, ni te intuyo en la pequeña concavidad de mi cuerpo.
A menudo te sueño y busco un tiempo en mi agenda que dedicarte y me pregunto cuál va a ser tu nombre, pero al final lo descarto. Ahora es otoño y después vendrá el frío.
Una mama con su hijo atraviesa la calle. A esta hora las palomas del parque andan buscando las meriendas ajenas, mientras cientos de niños se apresuran a abandonar el colegio.
Empieza a llover y la acera es un gran impermeable de colores. Desde la ventana, una hilera de hormigas se apresura a abrir sus paraguas y proteger a sus retoños. Comienza un vistoso desfile de hongos.
Y tú aguardas acurrucado, mientras te leo libros, mientras te explico cuentos…, y te preguntas por qué no te dejo asomar la cabeza y mirar hacia fuera.

Ando pintando el paisaje que quiero para tus juegos, arañando el tiempo que dedicar a tu sueño, agrandando el espacio que llenará tu risa, porque sé que un día llegarás y saciarás mis dudas y ansiedades, y entonces todo el tiempo será poco para estar a tu lado.

1 comentario:

  1. somos hojas en el río de la vida, junto a las flores que le adornan, sonreímos, río abajo ^_^

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